10 CONSEJOS DEL BARMAN










En busca de la opinión de algunos de ellos. Julián Díaz
(ocho7ocho), Peter Van den Bossche (Green Bamboo), Daniel Estremadoyro (Holiday
Inn - Córdoba), Matías Alvarez (Oak Bar - Hotel Hyatt), Santiago Giovannelli
(647) y Norman Barone (Gran Bar Danzón) cuentan lo que esperan de sus clientes
y lo que nadie, nunca, debería hacer. 







uno. ¡Vengan a la barra! ¿Hay una mesa? ¿Un sillón para
tirarse? Si hay una barra, pasen por ella. Al menos hagan una parada. Asómense
al horizonte de botellas, conozcan quién es el que va a preparar los tragos o a
servir el whisky.





dos. Pregunten nuestro nombre. Tenemos uno y estaremos
felices porque nos llamen por él. Sabremos recordar el suyo.





tres. Al llegar a la barra, con sólo buscar con la mirada
que los veamos, es suficiente para que sepamos que llegaron. No levanten las
manos, silben, golpeen. En el primer minuto libre iremos con la carta a ver qué
desean.





cuatro. Comenten su experiencia, critiquen lo que bebieron,
pregunten si les quedan dudas. Saber el resultado de su experiencia es el
primer paso para que los conozcamos.





cinco. . Sean curiosos. Lean la carta, interésense,
pregunten, cuenten sus experiencias para compartirlas. Vengan abiertos a una
experiencia nueva y, a la vez, con toda su historia fresca en la memoria. 





seis.
Nos gustan los que saben lo que quieren, tienen sus cócteles y espirituosas
preferidas y han conquistado esto en un camino personal, alejado de modas y
tendencias. Personalidad y carácter siempre son bienvenidos.





siete. Respetamos a los que vienen con una idea, aunque
tenga el valor de una certeza, pero aun así escuchan, se animan a probar lo que
les sugerimos.





ocho. Los que reconocen el valor de una bebida de calidad
como pieza clave en cualquier cóctel.





nueve. Que tengan paciencia. La preparación correcta de un
trago exige tiempos. La calidad exige tiempos. La atención esmerada también. No
hay apuro en una barra. O busquen llegar a ella dejándolo atrás.





diez. Que vuelvan.








NO


uno. Los que se sientan dando la espalda a la barra. El
horizonte, si uno va a la barra, es su frente, las botellas, uno de los mejores
paisajes del mundo creados por el hombre



dos. "Master, capo, amigo." "Amigou",
como suena el llamado de algunos (norte)americanos. En primer lugar, pregunten
nuestro nombre. En segundo, no hay amistad, salvo y en pocos casos, en un
futuro lejano. Sea cortés. La confianza se conquista en un camino sobrio y
personal.





tres. No hagan preguntas a las que ustedes mismos tienen que
buscar respuesta. "¿A qué hora se pone el bar?" No sé, vení un par de
veces y probá. Preguntale a la gente en la puerta, buscalo en Google, encontrá
la respuesta solo.





cuatro. Quienes se acercan a desafiar. "¿Sabés preparar
un X?", y si la respuesta es afirmativa: "¿Y este otro?". Suele
pasar en hombres en su primera cita, cuando pretenden exhibirse. Aburren.





cinco. Los que llegan contando sus experiencias, lo que
vivieron en otro lado y traen "la verdad revelada" para cuestionar lo
que encuentran.





seis. El ignorante orgulloso. Pide un Dry Martini y se queja
de que está fuerte, o pide un Mojito "con el ron más caro que
tengas", "Quiero un Daiquiri fuerte". Si no saben, acérquense
abiertos y curiosos. Serán escuchados y se irán con nuevas cartas para la
próxima jugada.





siete. Los que dan vuelta la botella de espumante o vino
blanco en la frapera cuando terminaron su contenido. Los que te dan el vaso
vacío. Los que se van sin saludar después de haber sido bien atendidos. En
resumen, los descorteses.





ocho. Aquellos que pierden el control. Uno puede pasarse de
copas, y hasta es aceptable que busquen cierto sostén en el bartender (ahí
estaremos para decirle no a una copa más, pedir un taxi o hasta ayudarlos a
volver a casa), pero guarden decoro.





nueve. Los que piden cosas: "¿Me invitás un
trago?". Hay códigos para invitar un trago a un cliente. Y en ningún caso
incluye a los que lo piden.







diez. Los que se ponen a buscar en la barra algo que no hay.
Cada barra cuenta con una oferta limitada de bebidas y cócteles. ¿Por qué no
empezar por lo que hay, antes de buscar aquéllo que falta?  

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