Si tu debilidad son los dulces, te recomendamos que te vayas
con cuidado con las copas. Un nuevo estudio publicado en la revista Alcoholism:
Clinical & Experimental Research explica que las rutas neurológicas que
regulan la respuesta corporal a lo dulce y al alcohol son las mismas, así que
ambos hábitos pudiesen estar relacionados.
Ya se sabe que si se condiciona a un animal para que
desarrolle un gusto por el alcohol, éste también desarrollará un gusto por lo
dulce”, explicó a Eureka Alert David A. Kareken, director del Centro de
Investigación de Alcohol de Indiana y líder del estudio. “De la misma manera,
si se condiciona a un animal para desarrollar un gusto por la sacarina -un
edulcorante, éstos también tomarán más alcohol.”
Kareken y su equipo reclutaron 16 individuos de alrededor de
26 años de edad para su estudio. En éste, llevaron a cabo un examen del gusto
saboreando diferentes concentraciones de sucralosa mientras se medía su
actividad cerebral por medio de una resonancia magnética.
En la resonancia los científicos pudieron observar que los
centros de recompensa del cerebro, localizados en el estrato ventral, la
amígdala y parte de la corteza orbitofrontal, se activaban con el sabor dulce
de la sucralosa.
Curiosamente, hallamos que los individuos que reportaron
ingerir más alcohol tenían una activación de la corteza orbitofrontal izquierda
mucho más intensa que los demás individuos. Justamente fueron ellos quienes
reportaron un mayor gusto por los sabores dulces”, explica Kareken a Eureka
Alert.
Fuente: quo.mx